sábado, 21 de marzo de 2015

Museo Arqueológico Nacional. Una ruta arañuela diferente.

Desde su reapertura hace un año, el Museo Arqueológico Nacional no ha parado de recibir visitas, incluido el equipo de Rutas Arañuelas.

Llevaba tiempo rondándonos la idea de realizar una ruta diferente y que mejor lugar para seguir con nuestros viajes al pasado que el museo más moderno y e importante sobre la historia de la península ibérica, y en el que además, estamos bien representados.
Piezas de loza de los siglos XV y XVI, inscripciones árabes del siglo X, sepulcros e inscripciones romanas de los siglos I y IV e incluso piezas de la edad del bronce de nuestros vecinos de Las Villuercas, conforman además del resto de piezas clásicas como las damas de Elche o Baza, las cultura Talayótica e Íbera, bustos romanos como los de Trajano y Marco Aurelio o los capiteles románicos, una visita más que recomendable para un fin de semana en la capital.



Panel de azulejos, Oropesa

Realizado al rededor de 1600 y atribuido a Hernando de Loaysa, posiblemente decorara los muros del palacio de los Condes de Oropesa.
Estos paneles se usaban como revestimiento de los muros, para su protección y adorno. El medallón central de este paño representa una figura alegórica de la Virtud.
Los paneles de azulejos pintados con escenas se difundieron en España por influencia de Niculoso Pisano, ceramista italiano establecido en Sevilla a principios del siglo XVI.


Platos y cantimplora , Talavera de la Reina-Puente del Arzobispo

Loza esmaltada, fechada entre 1550 y 1610 están decorados con bustos, flores y otros motivos de influencia italiana pintada en azul, amarillo y naranja, representando el inicio del Renacimiento en la loza de mesa española.




La serie conocida como "punteada policroma" de Talavera toma su nombre de la decoración de líneas y grupos de puntos que aparecen rodeando diferentes elementos vegetales; en el caso de los platos, generalmente se concentran en el ala.

Hoy este arte busca su reconocimiento como Bien Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO a través de la iniciativa "Tierras de Cerámica" de la podéis encontrar más información aquí.

Inscripción conmemorativa, murallas de Talavera de la Reina

Perteneció a una torre de mandada construir por el califa Al-Hakam II en el año 357 de la Hégira (967 d.C.), según la inscripción: "En nombre de Dios el Clemente el Misericordioso: mandó construir esta torre el siervo de Dios Abdala Al Hakam al-Mustansir bi'llah, Emir al Mu'minin, cuya vida Dios guarde, bajo la dirección de su servidor y caid Maysur ben Al Hakam; se termino con el poder de Dios y su ayuda. Y esto fue en el año siete y cincuenta y trecientos"


Aparece reproducida en la lámina 48 de las encargadas por la Academia de la Historia al grabador Jerónimo Gil y que se conserva en el Archivo de la Universidad de Sevilla. En 1907 se procedió al derribo de algunos tramos de la muralla, fecha que coincide con la de su ingreso en el Museo Arqueológico Nacional. Durante años se creyó que procedía de Baños de la Encina (Jaén) y así consta en la bibliografía científica.

Ciudad de Vascos, Navalmoralejo

Como ejemplo de enterramiento árabe peninsular, tenemos a la Ciudad de Vascos de Navalmoralejo dada la ejemplar conservación de sus dos cementerios.
En un panel del MAN aparecen descritos los cementerios (almacabras) y enterramientos, que se situaban a las afueras de las ciudades. De acuerdo a las creencias islámicas, las tumbas eran muy sencillas. Solían marcarse con una sola piedra sin labrar. En el caso de personas pudientes, se señalaban mediante estelas con referencias religiosas como suras del Coran vinculadas a la esperanza en el paraíso.

Existen diversos tipos de monumentos funerarios siendo lo los cipos cilíndricos, originarios quizás de Tunez, con inscripciones que contienen el nombre del difunto y la fecha de su muerte los caracteristicos de Ciudad de Vascos.
Dado su cercanía, también es destacable que el dolmen de Azutan aparece marcado en un panel para este otro tipo de enterramientos.

Sarcofago tardorromano, La Pueblanueva

Hallado in situ en 1871 en la cripta del mausoleo tardorromano situado a las afueras de las Vegas de Pueblanueva, sigue pautas iconográficas del Mediterráneo oriental y representa en el centro a Cristo  entronizado y a cada lado seis apóstoles bajo arcos, algunos cuyo nombres inscritos se han conservado.


Podéis ver una reconstrucción virtual del mausoleo en este vídeo de youtube.

Lápida funebre romana, Talavera de la Reina

"Sextilia Marcela, hija de Marco, nacida en Clunia, de 18 años, su marido Cayo Valerio Carico".
Esta lápida se encontró en 1732 embutida en un muro cercano a la Iglesia del Colegio de la Compañía de Jesús en Talavera de la Reina y se data en el siglo I.


El tesoro de Berzocana y la estela de La Solana, Las Villuercas

Hallazgo casual a fines del mes de Abril de 1961 en el paraje denominado El Terrero, en la finca Los Machos. Según las primeras noticias el tesoro habría estado compuesto originalmente por tres torques similares, contenidos en la pátera de bronce, habiendo sido uno de ellos vendido y fundido antes de ser intervenido el resto del tesoro por la Guardia Civil y depositado en el Museo de Cáceres.
Por su gran peso y escasa ductilidad, se piensa que se trataba de joyas de carácter ceremonial y no de uso común, por lo que se ha propuesto una función como dote de mujeres de alto rango.


Y no menos increíble que el tesoro de Berzocana, es donde se guardaban estas piezas, que era ni más ni menos que un cuenco de bronce procedente de Chipre. Cualquiera puede intuir el valor que por entonces, en la edad del bronce hace 3000 años, se debían dar a todo el conjunto.


Y para nosotros una de las piezas estrella, tanto por la cultura y significado que representa, como por la magia que contienen sus trazos. La estela de La Solana, Cabañas del Castillo.


Apareció durante trabajos agrícolas y supuestamente habría cubierto una sepultura, de la que habrían quedado restos de huesos muy alterados, un fragmento de cerámica de baro amarillo y un objeto de hierro. Nada de ello se ha conservado. El autor no asistió al descubrimiento, aunque adquirió la pieza y la llevó a su casa de Logrosán, desde donde la remitió al Museo.
La estela de Solana de Cabañas fue el primer ejemplar publicado de la serie de las llamadas estelas decoradas o de guerrero del Suroeste, que constituyen un elemento central en la explicación del funcionamiento de las sociedades del Occidente peninsular entre fines del Segundo milenio e inicios del Primer milenio a.C., y de sus relaciones con ámbitos más amplios, como el mundo atlántico y el Mediterráneo oriental.
Largo tiempo interpretadas exclusivamente como monumentos funerarios, hoy se las concibe también como señales en el paisaje, testimonio de la necesidad de la sociedad que las creó de marcar su control, siquiera simbólico, del territorio que ocupaban.

Como veis, una curiosa forma de pasar una mañana o tarde de fin de semana, buscando nuestro pasado en una remodelada instalación museística, recomendable para todos los públicos.

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